Hipatia

Hipatia de Alejandría (c. 370-415 E.C.) fue una destacada filósofa, matemática y astrónoma, reconocida como una de las últimas grandes pensadoras del mundo clásico. Fue una de las principales figuras del neoplatonismo tardío y su trágica muerte marcó el fin de una era de pensamiento racional en Alejandría.

Contexto histórico

Nació en Alejandría, Egipto, en una época de transición entre la cultura clásica grecorromana y el cristianismo en expansión. Fue hija del matemático y astrónomo Teón de Alejandría, quien la educó en matemáticas, filosofía y astronomía. Desde joven, Hipatia demostró una gran capacidad intelectual y fue instruida en las enseñanzas de Platón, Aristóteles y Plotino.

Viajó a Atenas y otras ciudades del mundo helénico para profundizar en sus estudios, y posteriormente regresó a Alejandría, donde se convirtió en la líder de la escuela neoplatónica. Allí impartió clases de matemáticas, astronomía y filosofía, atrayendo a estudiantes de diversas regiones.

Pensamiento y aportes científicos

Hipatia enseñaba la filosofía neoplatónica, que promovía el uso de la razón para alcanzar el conocimiento supremo. Su método combinaba matemáticas, lógica y metafísica, influyendo en sus alumnos, entre ellos Sinesio de Cirene y Orestes, gobernador de Egipto.

Aunque no se conservan obras originales suyas, se sabe que escribió comentarios sobre obras matemáticas y astronómicas, como:

-Aritmética de Diofanto, donde explicó ecuaciones algebraicas.
-Las Cónicas de Apolonio, sobre las secciones cónicas.
-Mejoras en el diseño del astrolabio y en la construcción de hidrómetros.

Conflicto con el cristianismo y asesinato

Alejandría era un centro de tensiones religiosas y políticas entre cristianos y paganos. Hipatia, aunque no se opuso activamente al cristianismo, representaba el pensamiento racionalista y la tradición helénica. Su cercanía con Orestes la convirtió en blanco de intrigas políticas.

Cirilo, patriarca de Alejandría, la veía como una amenaza a su autoridad. En el 415 E.C., una turba de fanáticos cristianos la secuestró, la llevó a una iglesia y la asesinó brutalmente. Su muerte simboliza el declive del pensamiento clásico ante la expansión del cristianismo dogmático.

Legado y reconocimiento

Hipatia se convirtió en un ícono de la libertad de pensamiento y la lucha contra el fanatismo. Su historia ha sido recuperada en la literatura, la ciencia y la cultura popular, destacando la película Ágora (2009).

Su influencia persiste en la filosofía y la historia de la ciencia, siendo recordada como una de las primeras mujeres en contribuir significativamente al conocimiento matemático y filosófico.